jueves, 23 de junio de 2016

Analizando un emplazamiento de mi Carta Natal...

Urano en Escorpio en C.VIII



Urano, planeta transpersonal y regente de acuario,  que recorre 7 años aproximadamente por cada signo, arquetipo del LOCO, GENIO, REVOLUCIONARIO, EXENTRICO, UTOPICO, VANGUARDISTA, y que transitó últimamente escorpio entre 1975 y 1981, signo éste poderoso, cuyos distintos animales simbólicos son el escorpión, la serpiente, el águila y el Fénix en grado de evolución correspondiente, de agua (vinculado a las emociones), perteneciente a la cruz fija del mandala zodiacal (asociada a la capacidad de sostener, concentrar y estabilizar la energía), es el alquimista, regido por Plutón y situado en mi carta en la C.VIII con la cúspide también en escorpio, casa de la transformación, el sexo, el poder, las emociones “bajas”, la degradación orgánica para su transformación en energía, muerte y resurrección, el inconciente, el control y la sombra.

Este emplazamiento habla de que la manera de transformarse o crear será intensa, apasionada, visceral, sentida, profunda, dolorosa y que será vehiculizada de la mano de Urano, de modo que necesariamente habrá revoluciones en el ámbito emocional, se trata de una fusión y desapego en simultáneo, creativa y penetrante, embeberse mas allá de lo racional, que llega hondo, poco conocida, de difícil comprensión, que desestabiliza las profundidades fijas de la emocionalidad escorpiana, irrumpe y destartala la manera de sentir las emociones menos agradables, de un modo frío o distante, como imprevistos, intensamente aunque de manera discontinua, intermitente, máxima fusión versus máxima libertad e innovación, ambos antagónicos. Se asemeja a un corto circuito, como cuando el agua “toca” la electricidad, donde hay alta tensión o a una abrupta erupción volcánica, la velocidad uraniana con las profundas aguas estancadas de escorpio, se trata de rebajar y licuar tanta densitud, humanizar lo oculto y reprimido sin tabúes, extirpar de cuajo  dejando morir aquello que ya no nos nutre, liberalizar y hasta con ingenio sutilizar lo más crudo y a veces miserable de la naturaleza humana que nos puede acercar la energía escorpiana, alivianandola, aireándola, como así también brinda la posibilidad de amigarse con emociones sombrías y dolorosas para poder transmutarlas y llevarlas a la luz. 
En la película "The piano" se pueden ver escenas uraniano-escorpianas.
"Tocando fondo" se puede resurgir de las profundidades y renacer como el ave Fénix de sus propias cenizas, donde ya nada será lo mismo...
Saludos!
Ana

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